miércoles, 22 de octubre de 2008

TU VIDA ES MAS BONITA QUE LA MIA.... 23-10-2008


Hoy conocí a alguien. Una ejecutiva de una empresa que me visito por negocios compartió conmigo la infidencia de contarme, entre tímida y apenada, que estaba estudiando, en la nocturna, su carrera. Nada extraño seria de no ser porque tiene 3 hijos de 20, 19 y 12 años. Casi como disculpándose, conmigo, me explicaba que se había casado muy joven y no había estudiado y después de mucho tiempo había decidido terminar su formación. Calculo que la mujer debe tener o mi edad o un poco mas. Fue muy curioso como me recalcaba su decisión de vida, y más que una confidencia de mujeres, sentía que intentaba reivindicarse con una decisión de su pasado.


He quedado con esa imagen en mi cabeza. Las que nacimos en la era pos- liberación femenina hemos sido educadas con la consciencia de educación ante todo, superarse, etc. Soy una hija de mujer trabajadora desde los 13 años. No podría esperar menos de mí. La orientación al logro en las mujeres de mi generación es bastante marcada. Sin embargo, cuando conozco un caso como el de la señora en cuestión pienso en lo afortunada que fue. Y la envidia que me da su situación.

Imagino varias cosas:

En primer lugar, imagino que tuvo a sus 3 hijos de 18, según me conto, eso le da una ventaja envidiable de ser una mujer joven y contemporánea con sus hijos adolescentes y le permite de alguna forma no tener un peso generacional tan grande. En segundo lugar, imagino que no sufrió el trauma del regreso al trabajo luego de estar 84 días al lado de un bebe que no quiere otra cosa que estar con su madre. Durante sus primeros años, los recibió del colegio día a día, almorzó con ellos, les escucho sus primeras, segundas terceras y subsiguientes palabras cuando comenzaron a hablar, conoció de primera mano que comidas le gustaban, los enseño a comer verduras o por lo menos los obligo a hacerlo hasta que aprendieron, hizo tareas con ellos cada tarde escolar, jugó a las muñecas o a los carritos y ella misma se convirtió en carro y en muñeca de peinar, cuando la fantasía lo requería. Imagino que cada tarde llevo a sus hijos a clases de ballet, pintura o danza, o al medico, la terapia y todas estas cosas que ahora y antes las madres obsesionadas con el tiempo libre y salud de los niños, hacemos evitar el ocio, las enfermedades y otras cosas de la modernidad.



Por otro lado imagino que ella en algún momento se pregunto sobre lo que hubiera sido de su vida si hubiera terminado su profesión, conseguido trabajo, se hubiera casado y tenido hijos. Imagino que hubiera podido viajar, conocer lugares exóticos, hacer un posgrado, magister, comprar casa, carro, invertir, tener a los niños en colegios como el nuestro. Compartir con ellos el poco tiempo disponible y hacer lo que hacemos las madres que cumplimos horario y corremos cada día para estar, revisar tareas, compartir las buenas notas y las malas notas, estudiar exámenes de conocimientos escondidos en el baúl de la memoria de primaria.


Mientras hablamos sentí como si ella hubiera enviado mi vida y yo en ese instante envidie la suya.

Algo similar me pasa cuando me encuentro con algunos amigos y amigas del colegio con los que comparto los últimos 20 años de acontecimientos de mi vida. Siento que los que quedaron en casa cuidando a los niños, son tan afortunados que no saben la envidia que me producen. Respeto profundamente a los que decidieron casarse y formar familia. A los que decidieron hacer carrera y dejarla para dedicarse al hogar. Respeto y admiro a los seres como mi hermana que luego de estudiar 7 años de carrera, 2 de rural e internado y 5 de vida profesional lo dejo todo por las bellezas de mis sobrinos.

Mi vida es bella mi familia es hermosa y la amo. Creo y estoy convencida que cada uno de nosotros es un triunfador de la vida. Y el triunfo no se da por las arcas llenas, y los títulos y reconocimientos que podamos llegar a tener, sino por el proyecto de vida trazado y la satisfacción que dan los momentos y vínculos de amor que hemos logrado tener.
Pamela Cruz Herran
Felicitaciones a los cumplimentados de estes