jueves, 9 de abril de 2009

MATRIX Y EL MUNDO REAL

Ayer estaba en una sesión de belleza de aquellas que tenemos nosotras las mujeres. Y leyendo una revista encontré que uno de los vestidos icono del siglo 21 ha sido el enterizo negro de látex usado en la película MATRIX en sus tres versiones.
La película creo que todos la conocen. Trata de Neo un hombre normal que vive en un mundo “normal” y que de la noche a la mañana descubre que su vida es una ilusión porque todo lo “real” es etéreo por cuenta de una red informática que finge nuestros sentimientos, nuestra vida, nuestro trabajo y que en realidad los hombres son prisioneros atados a una maquina que convierte sus sueños en energía para una enorme computadora o algo así. Neo se convierte en uno de los guerrilleros que tratan de salvar a los hombres de la prisión virtual. Espero que Diego o Ogeid) me corrija si soy imprecisa en la sinopsis general de la película.
He estado ausente de la red por 3 largos meses. Durante este tiempo, me he concentrado en varias cosas que había dejado olvidadas por estar conectada a la red.
He acompañado a mis compañeros en momentos duros de su vida, que yo creía que comenzaría a vivir dentro de mucho tiempo. Varios padres de nuestros amigos ya partieron al cielo. La experiencia para mi ha sido enriquecedora, a pesar de la inútil misión de acompañar a quien mas solo se siente, consolar a quien no encuentra consuelo. Esos momentos han convertido lo virtual en real. Me han permitido tener frente a mí a mis compañeros y amigos sin una pantalla intermediaria y acompañarlos en la dura hora. El dolor se ha convertido en real, no en un sentimiento que desaparece cuando cerramos el mail con la mala noticia; es un dolor que surge de adentro, del fondo del corazón cuando imaginamos que algún día lo sentiremos cuando llegue nuestra hora.
Me ha permitido sentir a mi familia y compartir con ellos momentos que posiblemente no recordaré pero que me alimentan el alma y el espíritu como la comida que no recordamos comer pero que alimenta nuestro cuerpo.
Me ha permitido organizar mi tiempo para el Señor. Para Alabarle, para llorar de gozo, de alegría y de felicidad cuando Sus mensajes me llegan por los misteriosos caminos de la cotidianidad.
En fin he tenido tiempo para reflexionar que el tiempo de nuestra vida real debe ser mayor al de la vida virtual, que Facebook es nuestro conector a los amigos, que es la vía que nos lleve mantenernos comunicados hasta cuando podamos abrazarlos, besarlos, acompañarlos y gozar de su compañía. Facebook debe convertirse en el correo de las buenas o no tan buenas nuevas, en nuestro conector con los que partieron hacia otras ciudades, otros países y otros continentes, o los que simplemente viven en la misma ciudad pero que no nos vemos hace tiempo, pero nada, nada debería reemplazar el placer de lo físico y los pequeños esfuerzos que implican el contacto físico, en un mundo que cada día es mas virtual.
He vuelto, creo que mas mesurada, espero que no tan aburrida, con muchos proyectos reales, dispuesta a ver, abrazar y cenar con mis amigos.
Soy Pamela Cruz y escribo hoy Jueves de Semana Santa cuando la musa ha vuelto. 09 04 2009

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