domingo, 19 de julio de 2015

¡SI VALE LA PENA EL ESFUERZO!!

Tengo muchos amigos Americanistas. No todos son de mi promoción. A decir verdad ser del Americano nos inviste de un manto de amistad en el cual podemos conocer a alguien y con solo saber que estudió en alguna de sus 120 promociones se convierte en alguien cercano. Son muchas las razones: Porque en algún momento nos sentamos en la misma silla, fuimos al mismo baño, recibimos clases de los mismos profesores, soportamos las mismas torturas, nos reímos de las mismas cosas en otras personas.
Me gusta creer que los Americanistas tenemos un halo de misterio, de fraternidad y de encanto.  Cada promoción tiene lo suyo. La del 84, la de mi hermana, estaba plagada de mis muchos amores platónicos. Yo la seguía  donde fuera solo por estar cerca de sus amigos grandes y galanes.
La de mi hermana menor fue la que llamó a todos la atención. La célebre Promoción Centenario, llena de expectativas, de celebraciones, de compañerismo, de cosas raras. Fueron los niños innovadores, los que hicieron actos superiores, tenían porristas, actos de teatro, a los que hicieron Copa Centenario, me llenaba de envidia de la buena. Se les ocurría de todo para ser diferentes y lo lograron.
Reunir a la gente no es tarea fácil. Es un casi imposible. Me consta. Todos con la vida hecha. Algunos con traumas de la vida, algunos con cinturones más apretados que otros. Algunos más grandes o más anchos. Todos con los mismos temores o ansiedades. Será que vale la pena vernos? ¿Será que vale la pena gastarse un billete solo por una noche? ¿Será que vale la pena reunirnos para hablar del pasado?
Tengo un amigo que un año antes de su fiesta ya tiene la película en su cabeza. Tengo un amigo que desde hace 6 meses ya esta pensando en lo que será la noche del 2010 cuando celebre los 25 años de su promoción. Solo escucharlo me entusiasma. Me recuerda lo que nosotros hicimos para reunir a la fuerza o con encantos a 94 personas que les daba miedo verse.  Me revive todas las sensaciones felices que dejo en mí haber logrado verme con mi pasado, haber logrado conectarme nuevamente con mis amigos y establecer un hilo, invisible, imperceptible pero que existe y que nos ha permitido nuevamente y, creemos que para siempre, sentirnos parte de un grupo que no tiene otro interés que el mero placer de recordar a sus amigos, su viejo periodo de infancia, estar allí para ellos cuando lleguen esos momentos difíciles en los que queremos una mano amiga una voz de aliento y sentir así sea por Facebook o por correo una conexión permanente que nos de fuerzas para seguir por la vida, un poco acompañado.
¿Que si vale la pena el esfuerzo? Si. Vale la pena el esfuerzo de atravesar el mundo si estas lejos, vale la pena ahorrar con moneditas en Chonchito si el cinturón esta apretado, la de apoyar a otros para lograr que vengan y se diviertan, vale la pena vencer temores si algo te da miedo de esa noche, porque como alguna vez lo escribí en alguna parte lo que se vive en esas escasas horas de pasado en el presente es absolutamente mágico e indescriptible.
Soy Pamela Cruz y escribo a los amigos de mi amigo Armando Rocha que desde ya prenden motores para hacer de su noche, una noche Fantastica.



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